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San Felipe, 4 de febrero de 2015. 28 Trabajadores de Termas de Jahuel S.A. inician Huelga indefinida desde el 14/01/2015. por Jorge Guesalaga Los Trabajadores de las Termas de Jahuel llevan 22 días en Huelga y no han tenido respuestas a sus peticiones. En su afán de ser escuchados y representados han acudido a las autoridades del Ministerio del Trabajo, pero ni en San Felipe, ni en Valparaíso, ni en Santiago han encontrado soluciones. Han tenido que viajar a todos estos lugares desde su comuna de Santa María porque el empleador es nada menos que Joaquín Barros, un millonario dueño de un holding reconocido, que a juzgar por sus antecedentes en algunas revistas nacionales, no trepida en gastarse mucho dinero en sus hobbies de caballos de raza, pero para sus trabajadores parece que no alcanza. O quizás su administrador en las Termas de Jahuel es un patrón de fundo disfrutando de su poder durante años. Hasta que los trabajadores lograron armar un sindicato. Las peticiones de los trabajadores no solamente tiene que ver con sus remuneraciones, si no que vienen a denunciar muchos años de maltrato y abuso. Hay que escuchar las historias que cuentan, porque en el pueblo muchos han trabajado para ellos y son demasiados los que tienen malos recuerdos. Por primera vez han logrado formar un sindicato, después de varios intentos fallidos y varios trabajadores humillados y despedidos. Esta vez al parecer están empeñados en aplastar sin compasión a los osados, en beneficio de sus estilos de administración medievales. Hoy ni siquiera los reciben para conversar porque los acusan de “terroristas” mediante falsas acusaciones que no son denunciadas a las autoridades porque sencillamente son falsas, y no desean arriesgar las respectivas demandas que recibirán. Las únicas denuncias existentes son las que han hecho los trabajadores que descansan en la burocracia de la ley. Que a veces tarda y nunca llega. Este pequeño grupo de trabajadores han dado una batalla tremenda, pero no están dispuestos a ser vencidos por la mentira, la indefensión y la injusticia. Pronto sabrán de ellos porque están decididos a ser escuchados, sobre todo por quienes desean sus servicios, pero no sus exigencias. A todas las autoridades, políticos, gremios, sindicatos, medios de comunicación y periodistas que han participado de alguna u otra forma de este conflicto laboral, se les informa que no ha llegado a su fin, y conociendo el temple de los del Valle del Aconcagua, me parece que está recién comenzando. | |||||||||
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